CARACAS.- Al menos 17 personas resultaron heridas y otras 30 fueron detenidas en Caracas en una nueva manifestación contra el Gobierno venezolano.
La marcha de este jueves fue convocada hasta el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el centro de Caracas, en la continuación de las protestas contra el Gobierno, que en casi tres meses han dejado 80 muertos.
Sin embargo, la manifestación no pudo salir del municipio Chacao, en el este de la ciudad, pues los cuerpos de seguridad actuaron para contenerla. Efectivos de la Guardia Nacional (policía militarizada) volvieron a disparar gases lacrimógenos y perdigones contra los manifestantes.
El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (Congreso), Freddy Guevara, informó que al menos 30 estudiantes universitarios que acompañaban la protesta fueron detenidos y los trasladaron dentro de un camión cerrado y sin ventilación
Los estudiantes fueron detenidos en El Rosal, al este de Caracas. ”Al momento de trasladar a estudiantes de la USB detenidos, la PNB lanzó bomba lacrimógena y cerró el camión sin ventilación. ¡Criminales!”, escribió el diputado Juan Andrés Mejía vía Twitter.
Un video publicado en la red social Twitter, da cuenta de cómo fueron metidos dentro de un camión tipo cava, bombardeados y encerrados en el mismo.
Se desconoce el estado de salud de los jóvenes.
Además, el servicio de salud de la alcaldía de Baruta informó que atendió al menos a 17 personas heridas, de las cuales ocho presentaron síntomas de asfixia y tres fueron golpeadas por bombas lacrimógenas disparadas por la policía.
En la jornada de este jueves también se conoció que la Fiscalía General imputó al ex comandante de la Guardia Nacional, Antonio Benavides, por la presunta violación de derechos humanos durante las manifestaciones.
La protesta de este jueves fue convocada contra la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente Nicolás Maduro a fin de reformar la Carta Magna. El CNE fijó para el 30 de julio la elección de los 545 miembros de la Constituyente, que la oposición rechaza como fraudulenta y se negó a participan en esos comicios.
El diputado opositor Miguel Pizarro calificó la acción de la Guardia Nacional como una «emboscada», donde soldados en motos dispararon gases y perdigones a la retaguardia de la manifestación.
«Vi varios heridos de perdigones, que dispararon sin mediar palabra. Había, señores, muchachos, abuelos», señaló.
A su vez, el líder opositor Henrique Capriles, quien acompañó la marcha, dijo que la Constituyente significa «más hambre y más violencia» para el pueblo.
«La Constituyente significa más hambre, más violencia por eso tenemos que prepararnos. Quedan 31 días para la elección de una Asamblea que pretenden imponer por la vía violenta. Yo siempre digo que el 80 por ciento del país podrá más que el 20 por ciento», señaló.
Las protestas, que se acercan a cumplir tres meses, han dejado 80 muertos y miles de heridos, en medio de un desempeño de las fuerzas de orden que ha sido denunciado por organismos defensores de derechos humanos.
Al respecto, la Fiscalía General informó que citó a declarar a Benavides sobre hechos relacionados con la violación de derechos humanos.
El militar fue reemplazado al frente de la Guardia Nacional y nombrado recientemente por Maduro jefe del Gobierno de Caracas, un organismo por encima de la alcaldía.
El fiscal Oliver Uribe citó a Benavides el miércoles 5 de julio para responder a acusaciones del Ministerio Público sobre presuntas violaciones de derechos humanos en el caso de 23 muertes y 853 personas heridas en manifestaciones.
La fiscalía dijo que en el control de las protestas se han evidenciado hechos como el uso excesivo de la fuerza en el control de las manifestaciones, además del uso de armas de fuego no autorizadas, tratos crueles y tortura.
La analista Rocío San Miguel, directora de la organización no gubernamental Control Ciudadano, que trata temas militares, celebró la decisión de la Fiscalía al considerar que no tiene precedentes contra un mando militar venezolano.
«La imputación a Benavides podría ser el inicio de más imputaciones a mandos militares responsables de violaciones a derechos humanos», señaló en su cuenta de Twitter.
Las protestas contra el Gobierno comenzaron el 4 de abril pasado, luego de que la Asamblea Nacional (Congreso), de mayoría opositora, acusara al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de haber dado un golpe de Estado al despojarla de sus atribuciones legales con dos polémicas sentencias.
Los fallos fueron retirados parcialmente, pero las manifestaciones siguen ahora con más fuerza tras el llamado de Maduro a una Constituyente que la oposición califica de fraudulenta.
Maduro acusa a la oposición de pretender derrocarlo propiciando el caos con las manifestaciones callejeras que se realizan casi a diario.
Vía Diario Las Américas
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