Apple se renueva por primavera. El iPhone, el iPad… e incluso quizás haya una nueva versión de la aplicación Keynote Apple. Su cada vez más tradicional cita de marzo será intimista y selecta. En lugar de optar por un gran teatro o centro de convenciones, la empresa norteamericana desvelará sus productos en una presentación en su propia sede en Cupertino, en el espacio 1 de Infinite Loop, con capacidad para 300 personas. Una cifra de asistentes muy alejada de las habituales, que rondan las 750 y 2000 butacas.
El consejero delegado de Apple, Tim Cook, será el encargado de lanzar los nuevos productos en el evento. Se espera un iPhone con pantalla de cuatro pulgadas, como el iPhone 5S, pero con la potencia y cámara de fotos de los actuales. El objetivo es llegar a la gama media, pero es difícil que el modelo baje de 400 dólares. Las hipótesis también apuntan a una nueva versión del iPad Pro, pero con menor tamaño de pantalla. También se espera que el Apple Watch, el reloj que pronto cumplirá un año, tenga nuevas correas, aplicaciones y nuevos usos.
Tim Cook cierra la presentación hablando de la nueva sede central de Apple, aún en construcción. Un keynote que ha sido fiel a las predicciones, sin ni una sola sorpresa. Al margen de los esperados anuncios de nuevos modelos (sin ninguna innovación sobre los existentes) lo más destacado han sido las palabras iniciales de Tim Cook, refiriéndose a la reciente polémica de Apple con el FBI: «Soy humilde por sentir todo el apoyo de América y de todo el mundo. El iPhone es una extensión de nuestro ser, así lo entendemos y así lo usáis».