El Mercosur dejó en suspenso el pasaje de la presidencia pro tempore del bloque a Venezuela, y las delegaciones de los gobiernos de Nicolás Maduro y de Evo Morales fueron impedidas de participar en el encuentro de cancilleres realizado este lunes.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, que llegó especialmente a Uruguay para participar en el encuentro, se retiró enojada de la sede de Relaciones Exteriores, que está sobre la avenida 18 de Julio, y generó confusión en los medios cuando dijo ante las cámaras de televisión que se había decidido pasar la presidencia del Mercosur a su país.
Rodríguez se quejó de que no la dejaran participar en la reunión y en forma irónica dijo que los representantes de Brasil y Paraguay se habían «escondido en el baño» para no cruzarse con ella.
Pero su versión duro poco rato, ya que luego se realizó el anuncio formal y se informó que la presidencia sigue en manos de Uruguay, que no hay acuerdo para pasarla a Venezuela, y que habrá otra reunión para considerar los pasos a seguir, pero que no hay fecha para ello.
Sin acuerdo interno sobre el tratamiento del caso de Venezuela, sólo el gobierno de Uruguay se manifestó por pasar la presidencia a Caracas, aunque sin defender al gobierno de Maduro sino para que se respete el orden jurídico del Mercosur, y para no seguir ejerciendo una titularidad que ha vencido al concluir el primer semestre.
Paraguay fue duro contra Venezuela, por entender que no cumple requisitos democráticos, y Brasil se negó a la transferencia de la presidencia, por entender que la administración de Maduro no cumple las reglas de política comercial de la sociedad, por lo que no puede representar al bloque en otras negociaciones, ni asumir su identificación institucional.
La cumbre de cancilleres de Mercosur estaba convocada para este lunes, pero Argentina y Brasil no enviaron a sus titulares del ministerio de la diplomacia.
Por el gobierno de Macri llegó el segundo de Susana Malcorra , el secretario de Relaciones Exteriores, Carlos Foradori, y por el nuevo gobierno brasileño estuvo el subsecretario general de América del Sur, Central y del Caribe, Paulo Estivallet de Mesquita.
La reunión estuvo dirigida por el ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, y por Paraguay participó el canciller Eladio Loizaga.
Por el gobierno de Venezuela llegó a Uruguay la canciller Delcy Rodríguez, pero no pudo participar en el encuentro, ya que Brasil y Paraguay sostuvieron que la reunión era solamente entre países fundadores del bloque.
Por razones diplomáticas, el canciller uruguayo y el viceministro argentino recibieron a la representante de Maduro para explicarle lo que se había resuelto.
Rodríguez se fue molesta y dijo que los representantes de Brasil y Paraguay se habían «escondido en el baño» para no hablar con ella.
Bolivia, que está en trámite de asociación en el Mercosur, quiso participar en el encuentro como aliado político de Venezuela, para reclamar que se respetar el traspaso de mando.
El embajador de Bolivia en Uruguay, Benjamín Juan Carlos Blanco, se hizo presente en el Palacio Santos, pero fue invitado a retirarse con el argumento de que no era una cumbre formal y de que no estaba invitado a la reunión.
Nin Novoa dijo que «cada uno de los países está manteniendo su posición», y los delegados se dieron «un cuarto intermedio», con un plazo hasta el jueves, para realizar nuevas consultas entre los países miembros. Luego se aclaró que el plazo es flexible y que no necesariamente habrá una resolución a corto plazo.
Pero la idea es poder tomar una definición. «No es como ir andando camino y pateando una lata adelante, esto lo tenemos que resolver», dijo el argentino Foradori.
DIARIO LA NACIÓN.