Como una clara señal de que China también se une a la comunidad internacional en el reconocimiento de que, después del 6D, la oposición pasó a ser una opción de poder tan cercana, como inevitable, debe interpretarse la visita que ayer inició a Beijing y Shangai el Parlamentario y Coordinador Nacional de Primero Justicia, Julio Andrés Borges, atendiendo una invitación del gobierno y el Partido Comunista de ese país a través de la Asociación China para el Entendimiento Internacional (CAFIU por sus siglas en inglés),
En otras palabras que, otro portazo en la cara del dictadorzuelo, quien, prácticamente, está en rebeldía contra el pueblo venezolano, en una actitud golpista, forajida y facinerosa, y, desde luego, alejándose de antiguos aliados como China, que, alguna vez, creyó que el socialismo era posible en los trópicos donde abunda el sol, las materias primas y la corrupción.
Cerca de 100 mil millones de dólares-dicen los expertos-, concedieron los chinos a los autores de semejante disparate, pero que, ahora, deben cobrar a un régimen insolvente como el de Maduro que, lo que pretende, es que le presten más y más.
“No”, respondieron las autoridades chinas a las exigencias de Maduro recientemente e insistieron en que se le busque alguna forma de pago a tan gigantesco endeudamiento.
Tema que, sin duda, será abordado en las conversaciones con Borges, un líder opositor consciente de que China tiene un gran papel que jugar en el proceso de transición que está a la vuelta de la esquina.
Lo indican las catastróficas derrotas del populismo en Argentina, Brasil, Perú, España y en una Venezuela que, desde diciembre pasado, le ha aplicado al madurismo derrotas como las de la OEA y ahora la convocatoria al Referendo Revocatorio, después del cual, Maduro y sus compinches no serán sino un mal recuerdo.