Hasta ahora es muy difícil saber cuál es la auténtica posición de la MUD con respecto al diálogo que los expresidentes Zapatero, Fernández y Torrijos promueven a nombre de Maduro, pues mientras Henry Ramos, presidente de la AN, parece darle “el beneficio de la duda”, Chúo Torrealba, lo descarta por cuanto el régimen se niega a que el Revocatorio forme parte de su agenda, y Julio Borges, Secretario General de Primero Justicia, sencillamente, se resiste hablar de un tema que -da la impresión-, no le interesa.
No sucede lo mismo con Timoteo Zambrano, Secretario de Asuntos Internacionales del G-4 (la MUD), quien, sin que nadie se lo estuviera preguntando, se soltó ayer una larga declaración en la cual afirma, no solo que el diálogo marcha viento en popa, a pesar de que el régimen no aceptó las condiciones que puso la MUD para comenzarlo.
Y la pregunta que se me ocurre formularle a “Timo” (diminutivo cariñoso con el que empieza a conocérsele en todo el país y el exterior) es: ¿Se enteró del comunicado que ayer, la cancillera Delcy Eloína Rodríguez, leyó a nombre del Ejecutivo, anunciando que el gobierno jamás aceptaría hablar del Revocatorio en el diálogo, simplemente, porque no lo realizaría?
En otras palabras que, después mediar para una reunión entre los expresidentes y Henry Ramos, Maduro pateó el diálogo, por lo que, estamos esperando una declaración de la MUD, donde, se proceda a despedirlo con un no muy piadoso “Paz a sus restos”, porque nunca nació.
A menos que “Timo” se haya convertido en doctor o en resucitador de muertos, oficio que, desde los tiempos bíblicos, sabemos que se paga muy caro.