Desde las 5:40 am dirigentes del PSUV en Nueva Esparta se movilizaron a Villa Rosa. La orden era clara: no se podía repetir lo sucedido el viernes pasado cuando cacerolearon al presidente Nicolás Maduro.
Ayer, a las 9:00 am, con la concentración en su mayor apogeo, se podía ver a alrededor de 500 personas del oficialismo en los bloques 2, 3 y 4, a la entrada de la población, a 8 kilómetros al oeste de Porlamar. Una veintena de motorizados participaron, en su gran mayoría, vestidos de rojo. Un camión con el letrero Maduro Presidente sirvió de tarima improvisada. Arriba se podía ver una bandera roja y el tricolor nacional, junto a un grupito de personas que coreaba consignas. Cruz Lairet, alcalde del municipio García (donde se encuentra Villa Rosa), estuvo presente.
Camionetas de dependencias gubernamentales y otras cinco de la Guardia Nacional Bolivariana se estacionaron estratégicamente. Por ahí también aparecieron unos autobuses Yutong en los que trasladaron a empleados públicos de las siete alcaldías chavistas. A esa hora todavía algunos bajaban perezosamente para incorporarse a la concentración. Uniformados se desplegaron en el lugar para garantizar la seguridad. En los edificios, pocos vecinos de Villa Rosa miraban curiosos. Los más prefirieron resguardarse y evitar problemas. No querían nuevos arrebatos del poder.
La pasarela aledaña también se vistió de rojo. Una pancarta alusiva al municipio Arismendi, cuya capital es La Asunción, podía verse junto a una fotografía descolorida de Hugo Chávez. Los ciudadanos miraban cómo se formaba la cola de carros en la avenida Juan Bautista Arismendi, sobre todo en dirección a Punta de Piedras. Los curiosos en sus vehículos grababan y tomaban fotos, videos e imágenes que después se divulgaron por Twitter, Facebook e Instagram. La sorpresa era general por la poca capacidad de movilización que había tenido el gobernador Carlos Mata Figueroa. Parece que quedó atrás el apoyo que obtuvo en 2012 cuando logró 54,06% del voto popular.
“Ese sector era chavista hasta hace dos años, pero las cosas han cambiado. La gente está molesta porque ahí no hay agua, la luz se va a cada rato y la comida no les llega”, indicó Neptalí Figueroa, moderador del programa de radio Lo que la gente piensa, con 14 años al aire en Margarita y en la costa de Sucre. “Después de lo sucedido el viernes, muchos se enconcharon en sus casas, se guardaron, y algunos se fueron de ahí mientras pasa la marea”.
Christian López, productora del programa, aseguró que quienes se concentraron en la mañana no eran habitantes de Villa Rosa. “Esa gente la trajeron de Antolín, de Tubores, de Gómez y de otras partes de Nueva Esparta”. A la 1:00 pm ya no había nadie. Un solitario punto rojo quedó en el lugar.
El Nacional.