FRANCO ORDOÑEZ
Uno de los sobrinos del gobernante venezolano Nicolás Maduro, acusado de conspirar para entrar 800 kilogramos de cocaína en Estados Unidos, prometió que la droga podría llegar a Honduras antes del anochecer, ya que el avión que la transportaría despegaría nada menos que del hangar presidencial en el Aeropuerto Internacional de Caracas. Todo ello se escuchó en una grabación que presentó la Fiscalía Federal el miércoles en una corte de Manhattan.
“No hay que preocuparse, yo tengo todo el control”, se puede escuchar decir a Francisco Flores, quien se refiere a la droga como “mercancía”.
La grabación es la evidencia más reciente que vincula a los dos sobrinos, Flores y Efraín Campo, con su influyente tío y tía Cilia Flores, esposa de Maduro. Con la prueba de la grabación, la Fiscalía busca demostrar que los sobrinos participaron activamente en el complot para entrar cocaína a Estados Unidos.
En la reunión del 6 de noviembre, Soto le explicó a Flores que el avión tenía que llegar entre las 4:30 p.m. y las 5:15 p.m. del domingo 15 de noviembre. Resultaba importante que fuera un domingo, ya que es un día de la semana con pocos vuelos y muchos de los funcionarios de seguridad de alto nivel no trabajan ese día. Además, tenía que ser después de las 4:30 p.m. debido a los turnos de trabajo, pero antes de la 6 p.m. cuando ya ha oscurecido.
Soto presionó a Flores de que no podía llegar tarde, y señaló que el aeropuerto no tenía luces debido a un problema de electricidad. Fue en ese momento que Flores le aseguró que no se preocupara, qué él mismo personalmente estaría controlando la salida desde el hangar presidencial.
Soto dijo que él y sus cómplices esperarían por ellos al final de la pista. Sólo les harían falta 20 minutos para bajar la carga y reabastecer al avión para que volviera a despegar.
Soto le sugirió a Flores que llevara cuatro personas que podrían hacerse pasar por turistas. De esa forma, el avión no despertaría sospechas y podría traer otra carga de drogas cuando regresara a buscarlos. Roatán es un popular lugar turístico de Honduras para bucear y disfrutar de la playa.
Flores le hizo varias preguntas sobre cualquier posible problema que pudiera surgir, pero Soto le aseguró que siempre que llegara en el tiempo establecido todo estaría bien. Soto le dijo a Flores que cualquiera que se pusiera en contacto con él, inclusive las autoridades, estaría participando en el complot. Los únicos problemas, dijo Soto, que podrían aparecer era la inclemencia del tiempo, un “acto de Dios” o la llegada inesperada de agentes de la DEA. El Plan B, dijo Soto, contemplaba que el avión aterrizara en una pista en las montañas. Pero solamente en caso de emergencia.
La defensa acusó a Gómez de ayudar a orquestar la llegada de los narcóticos así como de educar a los inexpertos acusados en la entrega de las drogas. El abogado defensor Michael Mann trató infructuosamente de que Gómez dijera que los trabajadores del aeropuerto eran realmente empleados por los informantes confidenciales. Gómez dijo que según su experiencia, cualquier persona que tenga control de un aeropuerto es alguien experimentado.
Está programado que los alegatos finales comiencen el jueves por la mañana.
El Nuevo Heraldo