Edgar C. Otálvora – Informe Otálvora
Tres mandatarios sudamericanos se niegan a coincidir con Maduro en una reunión presidencial de Mercosur, lo que se constituye en una grave crisis política dentro del pacto sureño de integración. El conflicto quedó en evidencia a raíz del cambio semestral en la Presidencia pro témpore de Mercosur, la cual debería ser asumida en julio por Venezuela en reemplazo de Uruguay, siguiendo el orden alfabético previsto en el Protocolo de Ouro Preto del 17DIC94. Mauricio Macri de Argentina, Michel Temer de Brasil y Horacio Cartes de Paraguay argumentan que Maduro no reúne las condiciones para representar a Mercosur y se niegan a participar en la cumbre presidencial semestral en la cual Venezuela asumiría la Presidencia del mecanismo. El canciller de Uruguay Nin Novoa, país que actualmente preside Mercosur, informó el 27JUN16 que la cumbre presidencial fue suspendida y, en su lugar, se realizaría en Montevideo a mediados de julio una reunión de cancilleres para entregar la Presidencia pro témpore a la canciller de Maduro.
La canciller argentina, Susana Malcorra, quien visitó Montevideo el 27JUN16 y se reunió con su colega uruguayo, dijo ese día que su Gobierno pone en duda que Maduro esté en condiciones de ejercer el cargo de representante de Mercosur. “Es algo que tenemos que trabajar y encontrar una salida” dijo la canciller de Macri. El Gobierno de Brasil es partidario, junto al de Paraguay, de impedir que un Gobierno que califican como “no democrático” represente al Mercosur. Paraguay exige a sus socios mercosurianos la realización de una reunión urgente para suspender a Maduro de Mercosur por violación de compromisos en materia de Derechos Humanos y por ruptura del orden democrático en Venezuela. El 29JUN16, el canciller paraguayo Eladio Loizaga lamentó que Uruguay se disponga a transferir la presidencia de Mercosur a Venezuela. Loizaga argumentó que “la Presidencia del Mercosur tiene la representación jurídica internacional y el país que la ejerza debe tener totalmente las credenciales de que respeta el Estado de derecho, las libertades individuales y la libre expresión” y a juicio de Paraguay, Maduro no cumple con esos requisitos.
El malestar de los socios del Mercosur ante Maduro no se limita a aspectos políticos. Gracias a una maniobra con visos de ilegalidad, el régimen chavista logró ingresar a Mercosur en 2012 y desde entonces registra retrasos en el cumplimiento del cronograma comprometido para asumir las normativas comerciales del grupo. El régimen chavista nunca buscó entrar a Mercosur con metas de libre comercio ya que para Hugo Chávez el mecanismo debía convertirse en una herramienta política de la alianza castrochavista. Esa visión tenía sentido cuando los cuatros países miembros originales del Mercosur eran gobernados por aliados ideológicos de Chávez y del Gobierno cubano. Pero esa ya no es la situación actual. Venezuela, por ejemplo, no participa en las negociaciones para un acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea, tema que ha ganado renovado interés tras los cambios de Gobierno en Argentina y Brasil. De hecho ya está decidido que, aun cuando la Presidencia protempore del grupo la asuma Maduro, las negociaciones con los europeos seguirán encabezadas por Uruguay. La Venezuela chavista es un lastre para Mercosur a juicio de influyentes empresarios y gobiernos sureños.
La definición de la estrategia económica para un fututo nuevo escenario político está siendo objeto de atención por la oposición venezolana. Desde el 31MAY16, bajo la convocatoria del sacerdote jesuita Luis Ugalde, exrector de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, tuvo lugar en Bogotá un encuentro de tres días entre economistas venezolanos escoltados por expertos en temas sociales, con el propósito de redactar un documento consensuado con propuestas de políticas económicas.