Ya es un lugar común, pero que no está demás repetir: dada la larga recesión en que continúa sumergida Europa , y de la que aún no sale totalmente los Estados Unidos (sus mercados premiun), China busca alivio tratando de colocar más y más productos en los países con las economías más deprimidas de Sudamérica.
Y mejores que ninguno: la endeudada Argentina, a la cual ofrece créditos por 18 mil millones de dólares y compras de petróleo y alimentos, pero a cambio de que el efectivo sea totalmente repatriado a China por la venta de baratijas.
Es el mismo esquema que ya se aplica en Venezuela: dólares y yuanes por petróleo y gas que ya remiten 300 mil barriles diarios de petróleo sin cancelar un centavo.
Y por esa vía, se instaura un nuevo imperialismo en la región, pero con las condiciones de intercambio del siglo XVIII.