Por lo menos dos medidas se ven inevitables en las que Maduro dice que implementará en su “reforma de la economía”: una nueva devaluación del bolívar y el aumento del precio de la gasolina. La dos incidirían de manera eficaz en la recolección de bolívares que el gobierno necesita para continuar aumentando el gasto público, si bien, no se le debe escapar a los “planificadores”, que su impacto sobre la inflación tendrá el efecto de una mecha encendida dentro de un tanque de gasolina.