Rafael Correa, presidente ecuatoriano, confirmó ayer que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ofreció a su país una línea de crédito por 400 millones de dólares, “sin condicionamientos”, que podrían ser usados en la reparación de los daños causados por el terremoto del pasado 16 de abril, reseña la agencia EFE
El mandatario, en el habitual informe por radio y televisión, señaló que actualmente su país dispone de unos 640 millones de dólares en líneas de créditos del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial, “listos para ser utilizados”.
El gobernante de Ecuador, en el poder desde 2007, ha sido reacio a pactar con el FMI por las condiciones que suele imponer a sus líneas de financiación que, para Correa, son parte del modelo neoliberal que, según él, no funcionó en América Latina.