De acuerdo con un sondeo de Datanálisis, 63% de los venezolanos rechaza la imposición de estas medidas contra el país.
Ante la inminencia de la implementación de sanciones adicionales contra Venezuela, en caso de que el gobierno persista con las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente, el equipo de investigación del banco de inversión Torino Capital decidió dedicar buena parte de su informe semanal a un análisis sobre cuáles podrían ser estas medidas y sus posibles implicaciones.
La semana pasada, en un breve comunicado, la Casa Blanca advirtió que tomaría “acciones económicas fuertes e inmediatas” si se dan las elecciones del próximo domingo, 30 de julio. Esta sería la primera vez que los Estados Unidos usa abiertamente la palabra “económica” al hablar de sanciones. Poco después, transcendió en la prensa internacional que la administración de Donald Trump evalúa medidas que podrían impactar los ingresos petroleros de Venezuela, abandonando la política de concentrar las restricciones en funcionarios específicos del gobierno venezolano.
Para el banco, si Estados Unidos decide aplicar sanciones económicas, Venezuela se vería forzada a recortar las importaciones, lo cual profundizaría la contracción económica que experimenta actualmente el país. Torino Capital calcula que este escenario podría ocasionar una contracción adicional de 10,7 puntos en el Producto Interno Bruto. Asimismo, un default de la deuda externa también sería altamente probable.
De acuerdo con los datos más recientes, la exportación de crudo venezolano a Estados Unidos abarca 49% de los despachos totales de Pdvsa, lo que implica que la compañía estatal se vería forzada a desviar alrededor de 800.000 barriles diarios a otros mercados. Venezuela, a su vez, importa de la nación norteamericana alrededor de 86.000 barriles diarios en derivados y diluyentes que contribuyen a la producción de cerca de 200.000 barriles diarios de crudo.
En concreto, estas sanciones comprometerían la producción o venta de casi un millón de barriles diarios de petróleo de Pdvsa. “Probablemente, Venezuela pueda conseguir vender ese petróleo en otra parte, aunque a un gran descuento”, indica el reporte.
En un escenario conservador, en el que Venezuela logre vender dichos barriles con una rebaja de 30%, los ingresos petroleros caerían en $6,6 millardos de dólares al cierre de año. Para poder seguir pagando la deuda externa en este contexto, el gobierno tendría que hacer un recorte adicional de $9,8 millardos en las importaciones de bienes y servicios.
Para la firma, este panorama cambiaría significativamente la voluntad de pago del país. “Si las sanciones son impuestas y Pdvsa se ve impedida de vender petróleo a Estados Unidos, los incentivos para que continúe pagando la deuda bajarían significativamente. Sin ventas a Estados Unidos, no habría ninguna cuenta por cobrar sujeta a embargo. De hecho, si se aplican las sanciones, Pdvsa probablemente se vería forzada a abandonar su inversión en Citgo, con lo cual se quedan con pocos o ningún activo en Estados Unidos que pudiese ser sujeto de embargo”, señala el reporte, escrito por el economista Francisco Rodríguez.
No obstante, para el banco resulta probable que la administración de Trump amplíe la lista de funcionarios afectados por las sanciones ya aprobadas contra presuntas violaciones de derechos humanos y narcotráfico antes de imponer sanciones económicas. La aplicación de restricciones más amplias estaría condicionada a la decisión del gobierno de insistir con el proyecto Constituyente.
Además de una suspensión en las ventas de petróleo a Estados Unidos, estas sanciones también obligarían a empresas petroleras norteamericanas, como Chevron y Halliburton, a abandonar sus inversiones en Venezuela. Cualquier restricción a las transacciones financieras también hará imposible a los bancos estadounidenses participar en acuerdos que provean financiamiento al gobierno venezolano, por lo cual quedará prohibida la adquisición de cualquier bono emitido después de la entrada en vigencia de las sanciones. Es menos probable que esto afecte a los títulos emitidos previamente.
Torino Capital tampoco descarta el impacto político de las sanciones. La firma presentó los resultados de una encuesta que realizó, en alianza con la firma Datanálisis, para medir la percepción de la población sobre el tema. De acuerdo con el sondeo, 63% de los venezolanos están en contra de que la oposición apoye sanciones económicas contra Venezuela, mientras que solo 26% las apoya. Las sanciones “también podrían jugar políticamente a favor del gobierno, otorgando mayor credibilidad al argumento de que la crisis económica del país se debe a las acciones implementadas por los Estados Unidos y la oposición, en vez de a sus propios errores de política económica”.
Sobre este tema, el reporte cita al columnista Moisés Naím, quien fue ministro de comercio de Venezuela durante los años 80. Naím escribió ayer en el diario español El País que las sanciones petroleras serían “una maravillosa oportunidad y un salvavidas” para el gobierno de Nicolás Maduro.
Importaciones registraron en mayo segunda contracción más baja del año
Las importaciones venezolanas de bienes y servicios se contrajeron 33,4% en mayo con respecto al mismo mes del año anterior, lo cual constituye la segunda caída interanual más fuerte de 2017. Si se compara el nivel de importaciones con el pico de 2012, se obtiene que la cifra de mayo es 82% menor.
No obstante, el modelo elaborado por Torino Capital, que analiza las cifras de exportación de los 16 principales socios comerciales, indica que hubo una ligera recuperación con respecto al mes anterior, pasando de $711 millones en abril a $751 en mayo. La firma considera que la reducción en los desembolsos para pagar deuda externa en mayo pudo haber contribuido a este ligero incremento.
Dado este comportamiento, el banco revisó a la baja sus estimaciones de importaciones y calcula que estas cerrarán el año en $20,3 millardos ($13,1 millardos en compras de bienes y $7,2 millardos en servicios), lo que representa una contracción estimada de 28,9% respecto a 2016.
La inflación alcanza récord histórico
La inflación intermensual de junio, estimada por Torino Capital, fue de 22,2%, una cifra inédita. El comportamiento de los precios en junio conllevó a que la inflación de los últimos 12 meses ascendiera a 597%. El resultado de junio está muy encima del pico obtenido en el período de agosto-noviembre 2016, cuando la inflación intermensual alcanzó un promedio de 18,4%. También supera el promedio de 15,6% registrado en los cinco meses previos.
“Debido a la continua aceleración de los precios y revisiones más amplias de nuestras perspectivas macroeconómicas revisamos nuestra proyección de inflación a 717,2% (de 639,4% previamente)”, revela la firma.
El ajuste en la proyección de inflación responde a varios fenómenos, Primero, la inflación ha experimentado una rápida aceleración durante los últimos tres meses. Segundo, también se ha presentado un fuerte incremento en los agregados monetarios y en los préstamos del Banco Central al sector público.
“Esto sugiere un cambio en la política monetaria hacia una más expansiva, marcada por una creciente monetización del déficit”, explica el texto.
Por último, debido a la falta de acceso a los mercados financieros internacionales, también se calcula una contracción más fuerte a la anticipada en las importaciones y en la tasa de crecimiento, lo cual añade mayores restricciones en el suministro de bienes a las causas de la aceleración de los precios.
Vía El Estímulo.