En un entorno complejo para el comercio internacional y en particular para las economías, se acentuará la caída del intercambio entre Colombia y Venezuela.
De hecho, este año no alcanzaría siquiera los 2.000 millones de dólares, según estimaciones de la Cámara Colombo Venezolana.
Los cálculos de la entidad señalan que las ventas colombianas al vecino país estarán entre 1.500 y 1.600 millones de dólares este año.
Dicho rango representaría una caída de 24 por ciento en comparación con los más de 1.900 millones de dólares que se registraron en el 2014.
Entre tanto, las importaciones colombianas de productos venezolanos apenas alcanzarían los 350 millones de dólares en el 2015.
El director ejecutivo de la Cámara Colombo Venezolana, Germán Umaña, recordó los fuertes lazos que existen entre ambos países y señaló que “las épocas de crisis son el momento para apelar a los amigos”, al referirse a la necesidad de recuperar el intercambio, no solo comercial sino de inversión.
En ese sentido, planteó dos propuestas orientadas a dinamizar la relación entre ambos países.
Ante los problemas en los pagos de las importaciones en Venezuela, por las dificultades para obtener dólares, se propone que haya una tasa de cambio fija bolívar-peso colombiano.
Sin embargo, reconoció que en la práctica es difícil adoptar una medida así, al menos en el corto plazo, teniendo en cuenta el diferencial cambiario que existe al interior de Venezuela.
Como se sabe, en ese país hay hasta seis tasas de cambio. La más baja es de 6,3 bolívares por dólar y la más alta ronda los 400 bolívares por dólar.
La segunda propuesta tiene que ver con que se maneje un flujo equilibrado de divisas, para lo cual podría establecerse una especie de trueque con acuerdos de compensación, de manera que se pague la diferencia entre las exportaciones e importaciones.
Adicional a esto, Umaña insistió en que es necesario que entre los dos países se establezcan acuerdos de complementación industrial e inversión conjunta. “En épocas difíciles hay que ser creativos”, dijo.
El directivo recordó la complementariedad entre ambas economías y señaló que “las necesidades no son distintas a las del pasado y, a pesar de la crisis, las oportunidades están por venir”.