Diálogo sin revocatorio es para que Maduro gane tiempo
El diálogo de Maduro surgió casi inmediatamente después que la MUD anunció su decisión de convocar el Referendo Revocatorio y pronto se vio que, no buscaba otra cosa que convertirse en una vía de escape para que una mayoría de venezolanos le pusiera fin a un gobierno tan inútil, como infame.
Por eso hizo bien la oposición democrática en denunciar la intención aviesa del fulano diálogo y, en no aceptarlo, a menos que Maduro incluyera el Revocatorio como el primero entre cinco puntos de su agenda.
Exigencia que el exlíder autobusero, no solo no aceptó sino que, persistentemente, ha declarado “que este año no habrá Revocatorio, y, posiblemente, el próximo año tampoco”.
Confesión que, desde luego, tenía que abortar el diálogo, pero no la insistencia de Maduro de que, con Revocatorio, o sin Revocatorio, “había de dialogar”.
Tal pretensión parece que tomará cuerpo este fin de semana, luego de que el jueves en la noche, una reunión entre el presidente de la AN, Henry Ramos Allup y los expresidentes, Rodríguez Zapatero, Fernández y Torrijos dicen que encendió la antorcha del diálogo.
Y lo que no sabemos a la hora de redactar estas líneas es, si Henry Ramos actuaba y hablaba a nombre personal o de una organización democrática como la MUD que se comprometió en no dar un paso en la dirección del diálogo, sin consultarle al pueblo.
Pero suponiendo que, Ramos si habló a nombre de la MUD, no nos queda sino formularle una advertencia: Maduro no quiere ni cree en ningún diálogo, y al convertirlo en un instrumento fundamental de su política, es para derrotar al Revocatorio, y decir después de cuatro meses de hablar sin decidir nada, que ya no hay tiempo para que le revoquen el mandato y, en consecuencia, no queda otro recurso que calarse sus tropelías hasta el 2019. Cuando ya no quede nada de Venezuela.