Mitzy Capriles, esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, asegura que en su país se hace inminente una transición
“En Venezuela tiene que haber una transición. Ya el modelo [socialismo del siglo XXI], ese bodrio que se llamó revolución bolivariana, indiscutiblemente fracasó”, sentenció Mitzy Capriles de Ledezma, esposa del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, que cumple prisión domiciliaria, condenado por el régimen de Nicolás Maduro.
“No lo dice una venezolana herida porque le tienen más que injustamente preso a su esposo. Lo digo como venezolana de a pie”, advirtió la activista en entrevista concedida a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Ya el venezolano está consciente de que el desfalco moral, espiritual y económico que se ha hecho en nuestro país, no tiene vuelta atrás, sino bajo la figura de un cambio de gobierno”, advirtió.
“El venezolano está verdaderamente obstinado, perdió el miedo, ha ganado ese elemento indispensable, para poder tirar abajo un gobierno democráticamente, que es estar en la calle. Nosotros no vamos a salir de la calle”.
La activista precisó que su estancia en Miami sería breve y que saldría a su país para estar en la marcha del 19 de abril, “en esa marcha el gobierno dirá si prefiere seguir matando venezolanos o sentarse a hablar como gente decente”.
El 6 de diciembre fue una proeza de unión
Mitzy Capriles aseguró que su esposo, el alcalde Ledezma está muy firme y convencido de que para él no era opción escaparse, ni dejar de ser un luchador por la democracia.
“Hoy tiene su propio partido, Alianza Bravo Pueblo, y es un hombre que contribuyó mucho a que la Mesa de la Unidad Democrática se cohesionara, que por supuesto es variopinta, gente que piensa de una manera y otros de otra. Pero haber ganado, entre otras cosas, la mayoría opositora en la Asamblea Nacional el 6 de diciembre, fue una proeza de unión, en la que insistió Antonio desde el momento en que insólitamente llega un tropel de más de ciento veinte encapuchados y militares se lo llevan a Ramo Verde, cárcel donde actualmente está el preso Leopoldo López”, señaló.
La esposa del alcalde metropolitano de Caracas rememoró que cuando su esposo fue apresado, solamente le pidió a sus captores serenidad y que le mostraran la orden bajo la cual venían a arrestarlo: “Por honor y respeto a la gente no puedo repetir las indecencias que le dijeron. Por supuesto su caso se empezó armar, desde el punto de vista jurídico, muchas horas después. Lo secuestraron y por casi diez horas no supimos dónde estaba”, recordó.
Necesitamos imperiosamente la ayuda internacional
Capriles de Ledezma reclamó que “la comunidad internacional tendrá que jugar un papel importantísimo, como de hecho lo está haciendo. Aunque Nicolás maduro diga ‘no me importa’, Venezuela está subscrita a una serie de convenios con organismos internacionales que va a tener que cumplir.
Tiene que aceptar que a Venezuela vayan autoridades y organizaciones como la OEA y la ONU a ver in situ qué es lo que está pasando y de qué manera nos van a ayudar porque necesitamos imperiosamente la ayuda internacional para dirimir, no con tres presidentes amigos de Maduro, sino con autoridades verdaderamente demócratas que están, como decimos en criollo, como caimán en boca de caña, esperando a ver cómo van a ayudar a dilucidar esto”.
El régimen se empieza a sentir acorralado
Capriles de Ledezma advierte que en el Gobierno se están empezando a sentir acorralados. “Mira lo sucedido en estos días” [cuando en el estado Bolívar el presidente venezolano fue evacuado porque una multitud le lanzó huevos y tomates]. “Nosotros estamos en contra de toda clase de violencia. Nuestras marchas lo han demostrado, hasta que ellos no llegan y las infiltran. Se verán obligados a conversar. ¿Qué van a hacer, nos van a matar a todos? ¿Van a hacer más y más cárceles para meternos a todos? La comunidad internacional existe, aunque no le guste a Maduro”, sentenció.
Luchar día a día contra la violencia
Capriles de Ledezma confiesa que es muy duro tener que luchar día a día contra la violencia: “Es duro tener a tu esposo preso. Es inmensamente duro ver a tus hijas llorando por la ausencia del padre, por la injusticia hacia un demócrata como Antonio Ledezma, que podrá ser que no le guste a uno u a otro, pero jamás podrán acusarlo de no ser un hombre amante de tender puentes, de lo que significa vivir y convivir con la democracia, que es la única vía para darle al ciudadano de a pie una existencia más digna y que su calidad de vida no merme como ha sucedido en Venezuela”.
La voz de los que no tienen voz
La luchadora conoce que una de las técnicas más eficaces del SSXXI, es la de incautar todos los poderes (ejecutivo, jurídico y legislativo) y asegura que sus compatriotas hoy son “absolutamente conscientes” de que mantener la mayoría opositora en la Asamblea Nacional, es el último reducto de democracia del país:
“Los venezolanos comprendimos ya que no hay separación de poderes, que tú vas preso porque te señalan en la televisión del Estado, donde qué no hacen, donde humillan de una manera enfermiza a los que pensamos diferente al régimen. A Lilian Tintori [esposa de Leopoldo López] y a mí nos persiguieron de una manera indecente, soez, grosera, en el aeropuerto de Maiquetía cuando regresamos de una gira que hicimos a Washington. El venezolano ya está obstinado de esto. No puede ser posible que el gobierno siga comprando medio tras medio y vaya cercenando la voz de los que no tienen voz, que es lo que humildemente nos hemos tratado de convertir nosotros, en llevar no solamente la voz de Antonio Ledezma, Leopoldo López o Daniel Ceballos. Es la voz de todos los que no pueden tener el honor de poderse sentar ante un comunicador y decir la verdad”.
“Con la mano en el corazón digo que no tengo ninguna autoridad para aconsejar a la mujer venezolana. En cada pueblo, caserío o ciudad donde voy, recibo la enseñanza de la mujer luchadora que emprende el camino al trabajo desde las cuatro y las cinco de la mañana corriendo riesgo su vida. Y he aprendido tanto de la mujer venezolana, sobre todo estos dos últimos años que me quito el sombrero, me arrodillo frente a la valentía y al modo de ser de la mujer venezolana”.