Son horas cruciales en Venezuela. En diez días, probablemente, la República podría ser derogada. Pero la dirigencia opositora no está dispuesta a permitirlo —o al menos eso aseguran—. Recientemente han presentado toda una agenda para lograr, aparentemente, la salida de Nicolás Maduro. No obstante, esta ruta parece insuficiente.
Luego de la contundente victoria de la consulta popular llevada a cabo el pasado dieciséis de julio, imperó sobre Venezuela un agrio bienestar. Sea cual hubiese sido la cifra resultante del plebiscito, lo importante sería lo que viniese después; pero ahí surgió el escepticismo.
La dirigencia opositora oficial, representada en la Mesa de la Unidad Democrática, ofreció al país una agenda que respondía, supuestamente, a los resultados del domingo. Se convocó a un paro cívico general para este jueves 20 de julio y se estableció que el viernes, 21, se nombrarían los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Sin embargo, ayer, miércoles, la Unidad, con el diputado Henry Ramos Allup como vocero, presentó un «plan de gobernabilidad» inconsistente con el mandato expedido el dieciséis.
No se presentó ninguna propuesta de transición y se habló, incluso, de unas supuestas elecciones primarias para elegir a un candidato de la oposición para unas hipotéticas elecciones— todo ello sugiere que parte de la dirigencia le apuesta a prolongar la agonía de los venezolanos—.
En medio de toda esta coyuntura, una dirigente se ha mantenido firme. María Corina Machado, coordinadora del movimiento Vente Venezuela, ha sido siempre congruente con sus planteamientos y percepciones sobre la crisis del país y cómo resolverla. Jamás ha avalado una negociación a espaldas de la sociedad civil y ha empuñado la entereza frente a ello. Señala constantemente que el régimen venezolano es dictatorial y, por lo tanto, solo la verdadera presión logrará su desmoronamiento.
PanAm Post la entrevistó para saber su percepción sobre lo presentado por la Mesa de la Unidad Democrática —un documento que, aparentemente, no firmó. Aquí, María Corina expone, además, sus preocupaciones y, a la vez, su serenidad por la confianza que tiene en una sociedad que no está dispuesta a claudicar.
Nos llegó ayer la información de que Vente no había firmado ese “acuerdo de gobernabilidad”, a pesar de que Ramos Allup dijo que sí, ¿mintió Ramos Allup? ¿Si firmaron?
Mira Orlando, nosotros creemos en la unidad y todos hemos hecho concesiones en algunas posturas. Nosotros tenemos objeciones importantes de forma y fondo que creemos que deben incorporarse a ese documento. Entonces nosotros hemos planteado que, tan pronto sean incorporadas esas observaciones, pasaríamos a firmar.
¿Pero entonces Ramos Allup mintió?
No, no diría eso. No necesariamente tenía por qué saber. Probablemente tenía otra información.
Pero cuando él presentó el documento ya habían recibido las observaciones por parte de Vente Venezuela, ¿cierto?
Sí, ellos tenían esas observaciones ya. Hace dos semanas se habían dado esas discusiones. En su momento nosotros presentamos las objeciones.
Mira, aquí lo importante es que el dieciséis de julio se dio un mensaje. Y fue un mensaje a la Asamblea Nacional. Pero primero a Maduro. Claramente se ordenó que retire la Constituyente. Y luego a las Fuerzas Armadas. Pero entonces vemos una falta de respeto.
¿Cómo se le ocurre a Vladimir Padrino faltarle el respeto a los venezolanos ayer? ¿Qué parte no le quedó claro de lo que se dio el 16 de julio? Aquí lo que viene es elevar la presión. Punto.
Pero ya va, ¿qué está ocurriendo María Corina? Porque cuando yo la vi el domingo, le pregunté sobre si el Parlamento asumiría el mandato del plebiscito. Parece que distorsionaron todo, y ahora, evidentemente, no están dispuestos. Están dilatando todo. ¿Realmente el Parlamento asumirá el mandato?
Para mañana la Asamblea está designando los nuevos magistrados. Y no hay duda de que la próxima semana debe proseguir a elegir los rectores del Consejo Nacional Electoral. Ese fue el mandato. Es claro. Fue el compromiso. Pero es verdad, hace falta todavía que se forme un Gobierno de transición. Pero eso es lo que viene.
Mira, el 16 de julio fue un mensaje también a toda la comunidad internacional, a todos aquellos que tienen preocupación e intereses particulares en Venezuela. Fue un mensaje para todos aquellos que vienen hablando, desde el exterior, sobre una negociación.
Nosotros los venezolanos emprendimos una lucha contra un régimen que tiene apoyo de grupos oscuros y criminales internacionales. Pero se debe entender que la única negociación que Venezuela aceptará es la que establezca los términos y las garantías de la salida de Maduro y del régimen sin ninguna demora. Nosotros no vamos a tolerar que se convierta la transición en una transacción.
Y te digo algo que creo que no ha sido lo suficientemente resaltado: son 112 países que han reconocido la legitimidad del plebiscito. Más de siete millones de venezolanos alrededor del mundo emitimos un veredicto. Eso es algo completamente inédito. Y, como te dije, es un mensaje claro.
Pero, si uno escucha a Ramos Allup, hablando sobre primarias, parece que le apostaran a que Maduro termine el mandato. Y el mismo Ramos Allup lo ha sugerido en varias ocasiones. Pienso que María Corina se ha hecho un espacio importante, por su firmeza, ¿seguirá firme?
Yo tengo un compromiso y yo sí asumo el mandato del dieciséis de julio por muchas razones. La primera y principal es que es una razón de orden ético. Cada vez que Maduro sigue en el poder. Cada día que pasa, venezolanos mueren. Mueren de hambre, por la violencia, por la falta de medicinas en los hospitales. Hay una urgencia ética y eso nos atañe a una responsabilidad. Debemos parar esto lo antes posible.
En segundo lugar: esto es un régimen criminal. Tenemos el deber histórico de sacar al Estado mafioso del poder. Ahí no hay otra opción. Pero ahora agrégale a todo lo que te he mencionado el mandato del dieciséis de julio y estos 111 días de rebelión popular.
Nosotros salimos a la calle hace 111 días cuando Maduro terminó de cerrar todas las vías institucionales y democráticas para lograr su salida. Nos dejó como única alternativa la rebelión popular. Pero fue después cuando vino con la locura demencial de la Asamblea Nacional Constituyente. Por lo que se debe comprender bien: aquí no se trata solo de parar la Constituyente. Desde luego es un acto criminal contra la República. Pero nosotros salimos antes a la calle. Y este sacrificio de los asesinados, los miles de heridos y detenidos, no puede ser en vano.
Tiene una posición muy clara, ¿hay otros con lo que coincida? Porque, por ejemplo, en estas últimas semanas la oposición ha tratado de presentarse como un bloque unido, pero no nos caigamos a mentiras, no lo es. Es evidente que hay diferencias importantes. Y yo veo, ahora que un dirigente como Capriles coincide más con usted…
…Siete millones y medio coinciden conmigo. Pero además te digo: 30 millones de venezolanos también coinciden, y coincidimos todos. Este solo es un grupúsculo apegado al poder, y nosotros lo que queremos es salvar al país.
Mira, hoy hay que reconocer algo. Si algo ha ocurrido es que finalmente las distintas posiciones se han aglutinado. Jamás la sociedad venezolana había estado tan unida como hoy. Ciertamente, hay diferencias. Yo respeto la pluralidad. Yo, en lo personal, he tenido que hacer muchas concesiones. Jamás en principios, pero si en ideas o estrategias con el fin de mantener a la Unidad cohesionada porque eso es precisamente lo que se necesita hoy. Lo que necesitan hoy los venezolanos.
Ok, bien, pero en menos de dos semanas la República podría ser derogada. Es decir, ayer se presentó un acuerdo de gobernabilidad, pero evidentemente eso no es lo que necesita hoy el país. Se habla de que se tiene que activar la transición, y yo pienso que es lo pertinente, ¿no?
Estoy de acuerdo contigo y pienso que faltan cosas todavía. Pienso que un acuerdo de gobernabilidad no debe ser solo de la Asamblea Nacional, sino de toda la sociedad venezolana. Y eso desde luego implica a los partidos políticos. Pero además tenemos al sector laboral, que hoy se han sumado al llamado al paro cívico y están dispuestos a llamar a una huelga general. Se necesitan a las academias, a las organizaciones, a toda la sociedad civil. Recordemos que el dieciséis de julio fue convocado por toda la sociedad venezolana.
Pero falta precisar con mayor claridad cómo vemos esta posición, y además se deben incorpora distintas posturas.
Volviendo al diálogo y a la negociación. Usted ha dicho muy claramente que no participará. Ha asegurado que aquí nadie negociará a espaldas de la sociedad. Pero soy incisivo, María Corina, porque hay mucho escepticismo. Hay mucha desconfianza sobre esto. ¿Cuando asegura eso lo hace en nombre de toda la Unidad? ¿Podemos confiar plenamente en que aquí nadie acordará nada que prolongue la permanencia del régimen?
Orlando, tú sabes muy bien que esa pregunta yo solo puedo contestártela a nivel personal. No te puedo dar la seguridad de que otra persona esté o no esté haciendo otra cosa. Sé que existe esa preocupación y obviamente yo también la comparto, y sobre todo por los precedentes que hay. En economía se habla de riesgo. Bueno, aquí ciertamente existe un riesgo moral con respecto al diálogo.
Ya tenemos precedentes, en el que el diálogo ha terminado siendo un fraude. Vimos el año pasado cuando el régimen nos utilizó para ganar tiempo. Incluso parte de la iglesia sugirió, en su momento, que el mismo papa había sido utilizado. Pero desde luego, la sociedad venezolana tiene más razones para estar alerta y preocupada.
Mira, eso se combate con una sociedad alerta, de pie, en la calle. Es evidente que cada vez que Maduro siente que tiene el agua al cuello, que está a punto de darse su salida, llama al diálogo. Es una señal, y es claro que ese es su propósito: ganar tiempo con una falsa negociación para, luego, radicalizarse aún más.
Ya aprendimos los venezolanos y eso no lo vamos a permitir. Aquí surgió una rebelión popular en la calle. No vamos a permitir que esto sea en vano.
Por último, María Corina, ¿qué falta? ¿Cuál es su propuesta para lograr efectivamente la salida de Maduro? ¿Cuál debería ser la agenda? Porque esta semana es crucial, y se debería activar todo para generar un desenlace…
La hora cero ya comenzó el diecisiete de julio, y tiene acciones y ofensivas en varios planos. Vemos las reacciones del mundo entero en, primero, el plano internacional. Tanto el reconocimiento del plebiscito, y su mandato, como el contundente rechazo a la Asamblea Nacional Constituyente, y anunciando las recientes sanciones para el régimen de Maduro.
Yo espero que vengan posiciones más firmes y sean más unidas. Que se sumen más países. Y, en segundo lugar, en el plano institucional: vienen nombramientos de magistrados y de rectores del Consejo Nacional Electoral.
Y, en tercer lugar, nosotros los venezolanos estamos hoy viendo un paro total. Es impresionante. Eso tiene enormes implicaciones. Esto es una preparación a lo que ya han venido anunciando los sectores del país: viene una huelga general. Mira, esto va en escalada. Cada día se acentuará más.
Por último, a los venezolanos un mensaje de mucha fuerza serenidad, fuerza y consciencia. Nos estamos jugado la República, como tú mismo has dicho. Yo confío en Venezuela Orlando. En ti, en cada uno de los que nos hemos levantado con un valor que nos impulsa. Nos impactó escucharlo el pasado domingo. Escuchamos a toda una sociedad hablar. Y lo más importante: es dignidad.
La dignidad derrota a la tiranía. Dignidad individual que cada ciudadano lo asume al costo que sea. La dignidad de una nación que recupera su orgullo y tiene el destino en sus manos.
Orlando Avendaño vía PanamPost
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