Juan Barreto el rompió el silencio que lo secundaba desde que hace años abandonó la función pública, y, a finales de la semana pasada, soltó unas declaraciones que, me parece, debieron merecerle más atención, tanto a amigos, como enemigos del gobierno.
Y es que, a lo que apuntó el exAlcalde Metropolitano de Caracas era al centro de la gestión administrativa de Maduro, pues si se dice, que el presidente le está yendo bien o mal en el manejo de PDVSA, sencillamente, se pronuncia un importantísimo juicio de valor a favor o en contra de su mandato.
Por eso, al afirmar Juan Barreto que lo es que está pasando en PDVSA “es un saqueo”, no tenía que añadir una palabra más a su diagnóstico de la administración Maduro, porque, está acusando al presidente de ser cómplice, o ser el mismo saqueador.
Como pruebas Barreto alega el desfalco que revelan las finanzas de la estatal, así como el alto nivel de endeudamiento, la caída de la producción y el virtual colapso de la infraestructura.
Por eso en cuanto a lo general, porque en lo que se refiere a lo particular, el exAlcalde no podía eludir el traslado de tanto como 4000 millones de dólares que viajaron de la Tesorería de PDVSA al Banco de Andorra.
Y que al ser, tipificados como parte de una operación de lavado de dinero, simplemente se perderán, terminarán en manos de las autoridades del BCV que luchan con ilicitudes cambiarias, yendo a parar a quien sabe que institución de la UE.
¿Cómo se llama eso” podría preguntarse Barreto ¿y por qué el gobierno no ha dicho, quiénes son y dónde están los culpables de tamaño delito?
No dijo Juan nada al respecto y era que también estaba interesado en denunciar que hace poco estuvo a punto de morir por no encontrar una medicina, así como no pocas veces pasa hambre por la falta de alimentos.
Una confesión, más que una declaración o denuncia, y que revela que la tragedia venezolana alcanza a todos por igual.