Las cifras sobre la mortandad que día a día es el problema que angustia con mayor intensidad a los venezolanos, han dejado de interesarle al gobierno, y no digamos a la oposición. Así, ya no están en los boletines del CICPC y mucho menos en sus estadísticas. Pero para solo dar unos datos: la semana pasada fue asesinado en la Avenida Libertador, un capitán de la GNB, que, dicen, era escolta del hijo del presidente Maduro, el sábado aparecieron en distintos sitios del boulevar de Sabana Grande, seis jóvenes muertos por sobredosis de cocaína o “piedra”; y la noche de ese mismo día, otros seis murieron en el Paseo Colón de Puerto en una tiroteo por un “ajuste de cuentas”. Una situación de terror y horror que es el gran problema de los venezolanos de hoy día, pero que, parecer, es una rutina que ya no interesa a nadie.