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Las negociaciones entre el gobernador de Hong Kong, Leung Chun-ying, y los líderes de las protestas penden de un hilo. Tras el aumento de la tensión causado por los ataques de grupos pro-Pekín contra los manifestantes de la Revolución del paraguas, una de las organizaciones que encabezaban las protestas, la Federación de Estudiantes de Hong Kong, ha anunciado en un comunicado que no participará en las negociaciones con el Ejecutivo local, previsto para este sábado, en protesta por la pasividad policial ante los asaltos «por parte de las triadas».
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Los enfrentamientos se han producido en la zona comercial local de Mong Konk, el barrio más denso, y en Causeway bay. Un grupo de unos 100 ciudadanos cercanos al Gobierno de Pekín y, por tanto, contrarios a las protestas, han irrumpido contra un campamento improvisado de los manifestantes tirando abajo tiendas de campaña y las barricadas levantadas durante la última semana, según la agencia Reuters. A primera hora de la mañana, la Policía se había desplegado en la zona para impedir la propagación de la violencia entre ambos bandos, según la misma agencia.
En un comunicado, Occupy Central, la Federación de Estudiantes de Hong Kong y Scholarism —las organizaciones que impulsaron las movilizaciones— advierten de que si el Gobierno no responde a lo ocurrido (en referencia a los ataques), «considerarían cancelar el diálogo entre estudiantes y el Ejecutivo», acordado esta madrugada.
Más de 50 agentes de seguridad fueron enviados a Mong Kok —la zona de los incidentes— para romper empujones entre los manifestantes que hacían un reclamo al sufragio universal y losgrupos pro-Pekín, que trataban de derribar los puestos de suministro de comida y bebida y las barricadas que los manifestantes han levantado de manera improvisada, aunque organizada, durante casi una semana. Las protestas continúan hoy viernes, sexta jornada de concentraciones, más dispersas y con un menor número de asistentes puesto que es día lectivo y el clima es lluvioso.