Desde que comenzó su protesta, el pasado 20 de julio, Fariñas ha sido hospitalizado en tres ocasiones por unas horas y tras ser rehidratado ha retornado a su domicilio en la ciudad central de Santa Clara, situada a unos 300 kilómetros al este de La Habana, y ha asegurado que continuará la huelga «hasta sus últimas consecuencias».
Durante esta protesta, la número 25 que realiza desde 1995, el opositor ha recibido visitas de altos cargos de la iglesia católica en Cuba y de representantes de embajadas.
La anterior huelga de hambre y de sed de Fariñas data de 2010, cuando hizo cien días de ayuno, la mayor parte de ellos hospitalizado, para pedir al Gobierno la liberación de un grupo de opositores presos enfermos.
Según los datos de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) -que sigue la evolución de estos opositores en huelga de hambre- en lo que va de año se han contabilizado más de 7.300 detenciones por motivos políticos, en muchos casos con violencia.
El Gobierno de Cuba considera a los disidentes «contrarrevolucionarios» y «mercenarios».
EFE