El incremento de la presión gubernamental sobre la prensa venezolana y la compra de varios medios audiovisuales por parte de dueños desconocidos ha derivado en un incremento de la censura, aseguró hoy la periodista y activista social Silvia Alegrett
“Existen una cantidad de restricciones que se han acentuado en los últimos tiempos, pese a que en Venezuela la libertad de expresión es un principio constitucional”, explicó a Notimex la coordinadora de la organización civil Expresión Libre.
Alegrett sostuvo que desde la llegada al poder del presidente Nicolás Maduro han sido ejecutados lo que calificó como nuevos mecanismos de control, como la adquisición de medios por parte de “compradores fantasmas” que nadie conoce a ciencia cierta.
Citó como ejemplo la adquisición en el último año y medio de la Cadena Capriles de medios impresos y el periódico El Universal por grupos empresariales registrados en el exterior, cuyos dueños son desconocidos en el quinto país productor mundial de crudo.
“En El Universal y Últimas Noticias (de Cadena Capriles) nadie sabe quién es el comprador definitivo, es parte de la nueva modalidad que usa el gobierno: ya no cierra tanto los medios, sino que los compran”, recalcó la periodista.
Sin embargo Alegrett resaltó que “eso no quiere decir que no sigan cerrando medios”, como sucedió la semana pasada con dos emisoras de radio críticas al gobierno en el occidental estado Barinas.
Estas compras de medios, que incluye la de la televisora Globovisión ocurrida en 2013, han derivado en denuncias de despidos, censura y renuncias forzadas de periodistas críticos al gobierno por parte de los nuevos dueños, manifestó Alegrett.
La expresidenta del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) lamentó que esta situación ocurra, debido a que los poderes públicos en Venezuela carecen de independencia y se dedican más bien a avalar el cercenamiento de la libertad de expresión.
“Lamentablemente en Venezuela los tribunales son ejecutores de los intereses del gobierno y toman decisiones que son contrarias a la Constitución y las leyes, porque en Venezuela no hay independencia de los poderes”, sentenció.
El uso de estos métodos ha permitido al gobierno “seguir captando la mayor cantidad de medios posibles para alcanzar lo que está buscando, que es la hegemonía comunicacional”, sostuvo la comunicadora social.
Alegrett advirtió que los periodistas han intentado romper con la censura transmitiendo su trabajo a través de televisoras “alternativas” y en las redes sociales, con un alcance limitado y probablemente sean el próximo blanco del gobierno.
“Se está intentando montar una televisión para hacer noticias, una televisión alternativa, y existen algunas otras iniciativas que buscan tener salida, pero eventualmente el gobierno encontrará los mecanismos para sacarlas del aire”, lamentó.