Manuel Malaver
No hemos conocido hasta hoy una posición clara de la MUD con relación a la nueva propuesta de diálogo que trajeron la Unasur, el Vaticano y “los acompañantes” para una presunta continuidad o recomienzo del que se inició en noviembre pasado y terminó en un estruendoso fracaso. Manuel Malaver
Es una realidad que cada día cobra más fuerza y que la MUD debe apresurarse a aclarar para poner fin a una ambigüedad que terminará proporcionándole un daño enorme a la agenda de calle que la Unidad se trace en los próximos días para enfrentar la dictadura.
Y es que, si bien algunos voceros de la Unidad declararon que rechazaban los 21 puntos del llamado “Acuerdo para la Convivencia Democrática” que normaría la agenda del nuevo evento porque alegan que Maduro jamás cumplirá, otros afirmaron que irían pero “bajo un nuevo formato” a pesar de haber dicho que Maduro no tiene palabra, y otros, que se sentarían otra vez en la Mesa como es el caso de UNT que lidera Manuel Rosales, y “Avanzada Progresista”, de Henry Falcón, que han manifestado estar de acuerdo con la nueva versión del diálogo que patrocinan Maduro, la Unasur, el Vaticano y los llamados “acompañantes” y que aceptarán puntos del “Acuerdo de Convivencia Democrática” para formular sus propias propuestas.
Y así se mantiene la situación hasta hoy, cuando el gobierno afirma que la reposición del diálogo es una realidad, los opositores que lo apoyan (UNT de Manuel Rosales y “Avanzada Progresista” de Henry Falcón) una posibilidad, y la MUD no adopta una posición contundente en torno a su rechazo.
Ambigüedad que consideramos absolutamente inadmisible viniendo de parte de una organización de partidos que conserva la mayor responsabilidad en torno a la conducción del pueblo en su lucha contra la dictadura, y que debe honrar, diciéndole la verdad al país y sin importarle el costo que ello signifique.
Pensamos que demasiadas frustraciones y retrocesos ha soportado el pueblo venezolano en los últimos meses para que se le agregue una más, sobre todo ahora en que es necesario que juntemos esfuerzos para recuperar el tiempo perdido.
En este contexto, se le debe comunicar al país lo que sucede en lo interno de la Unidad opositora y si algunos de sus miembros deben permanecer como tales, cuando es evidente que no comparten su visión ni políticas sobre el diálogo.
Igual, debe evitarse –si no prohibirse- que altos dirigentes de la MUD, como su Secretario Ejecutivo, Jesús “Chúo” Torrealba, declare un día que está con el diálogo, y otro que lo rechaza.
La historia enseña que ganar batallas en épocas de crisis implica no tener miedo, pero sobre todo, no tener miedo de decirle la verdad al pueblo, que es la fuerza fundamental con que los auténticos líderes cuentan para derrotar a los enemigos de la libertad y la democracia no importan cuán poderosos sean.