Hasta 20 entradas al país tenía el exbanquero, Álvaro Gorrín, antes de su detención en Caracas hace dos semanas. Ilegalidad que no ejecutaba por la frontera de algún país vecino, ni por los caminos verdes, sino por los controles del Aeropuerto Internacional, Simón Bolívar, cuyas autoridades, o se hacían la vista gorda, o no chequeban si el (o los pasaportes) de Gorrín, eran falsos o le pertenecían a otra persona. Gorrín siempre fue un protegido de la “Banda de los Enanos·, y se especula si no terminó siendo víctima de la división que hoy vive la organización más poderosa en cuanto a influencia en el Ministerio Público y los Tribunales.