La de ayer en la OEA, fue otra derrota de Maduro antes de la caída, pues, en términos democráticos, puede que los ascensos sean súbitos, pero las caídas lentas y por fracciones.
En lo que se refiere al dicaz presidente venezolano, un primer empujón hacia abajo le vino con los resultados de las elecciones parlamentarias del 6D; otro con el “firmazo” que activó a finales de abril la convocatoria al Referendo Revocatorio; y el tercero, con el Informe del Secretario General de la OEA, Luís Almagro, presentado ayer en el Consejo Permanente de la organización y con la recomendación de la aplicación de la “Carta Democrática” al régimen del exautobusero convertido en dictador,
De modo que, el definitivo no vendrá sino con la realización del Referendo Revocatorio, para el cual se ha movilizado toda Venezuela y que, de imponerle los lapsos al tramposo y adiposo CNE, se realizaría a comienzos de noviembre próximo.
La caída, o hundimiento de Maduro, en fin, pues con el 80 por ciento de los venezolanos decididos a arrasar con su desastroso gobierno, confió que tendremos un final de año en paz, libertad y democracia.