El grave problema interno por el que atraviesa Mercosur está relacionado con el sesgo que se quiere dar al Mercado Común del Sur de cara al futuro. Un proyecto de integración proteccionista y poco flexible (como defiende Venezuela y como sostenían el kirchnerismo en Argentina y el PT en Brasil), o una alianza de países con lazos económicos y comerciales mucho más fluidos.
La idea proteccionista y poco flexible (enemiga de los tratados de libre comercio) es la que ha primado hasta 2015, sobre todo con la entrada de Venezuela en 2012 y la hegemonía del desarrollismo del PT en Brasil y del proteccionismo kirchnerista en Argentina.
Sin embargo en los últimos ocho meses el muro proteccionista y contrario al librecomercio, por considerarlo neoliberal, se ha derrumbado en Mercosur y solo Venezuela mantiene ese discurso. Un discurso que en su día abanderó Hugo Chávez y que ahora continúa Nicolás Maduro quien en 2013 sostenía que si la derecha en Venezuela se hace del poder destruirá la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y todos los planes de integración que logró el chavismo, “porque la derecha desprecia a los campesinos y a los trabajadores, porque esa derechas burgués es profundamente pro imperialista”.
Evidentemente no existe un consenso dentro de Mercosur sobre qué debe ser este proyecto de integración en el futuro. La ideología importa y la ideología también separa.
La soledad de Venezuela en Mercosur
Hasta el año pasado Maduro estaba muy arropado a la hora de sostener estas tesis, algo que ahora no ocurre.
La pérdida de aliados empezó para Maduro en 2015 cuando el kirchnerismo perdió el poder en Argentina. La llegada de Mauricio Macri a la presidencia colocaba en la Casa Rosada a un claro enemigo del proyecto chavista. Muy alejado de las posturas más condescendientes de Cristina Kirchner.
Macri ha llegado a decir que el de Maduro “es un Gobierno que ha violado todos los derechos humanos, por los cuales estamos todos trabajando y defendiendo… ha llevado a la hambruna y al abandono a la población venezolana. Por eso necesitan un referéndum, necesitan ir a elecciones lo más rápido posible”.
El segundo golpe le llegó en abril de 2016 cuandoDilma Rousseff fue apartada del cargo de presidenta y en su lugar llegó Michel Temer y sobre todo el nuevo canciller, José Serra, quien rápidamente se posicionó contra el gobierno de Maduro.
Asimismo, el enfrentamiento entre Luis Almagro(secretario general de la OEA) y el régimen de Maduro se saldó con un distanciamiento con Uruguay. Almagro no solo es uruguayo sino que fue miembro del gobierno del actual presidente Tabaré Vázquez.
Así pues, al viejo enfrentamiento entre Venezuela y Paraguay desde la caída de Fernando Lugo, se ha unido el distanciamiento con Argentina, Brasil y Uruguay, todo lo cual ha dejado más sola a Venezuela.
Por eso, en la actual coyuntura, se ha puesto más en evidencia la contradicción de que Venezuela encabece Mercosur justo cuando la mayoría de los países aspiran a acercarse a la Alianza del Pacífico (pro libre comercio) y acelerar la firma del TLC con la UE.
Las diferencias ideológicas se convierten en geoestratégicas
Tras quince años negociando un TLC con la UE, Mercosur cree que la ratificación podría estar más cerca que nunca si el bloque da un impulso al mismo. Brasil, Paraguay y Argentina han buscado diferir el traspaso de la Presidencia pro témpore a Venezuela, debido a que la inestabilidad del gobierno de Nicolás Maduro la cual puede suponer un problema para las negociaciones del Mercosur con el resto de sus socios comerciales.
“Se abre una enorme oportunidad para profundizar la integración de la UE vis a vis el Mercosur”, aseguró Mauricio Macri hace una semana tras su reunión con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Una oportunidad que con Venezuela en la presidencia protémpore se esfumaría.
Los deseos de Macri son los que tiene el presidente Michel Temer, el paraguayo Horacio Cartes y el uruguayo Tabaré Vázquez: firmar el TLC con la UE y vincularse a la Alianza del Pacífico.
De hecho el canciller brasileño, José Serra, apuesta por flexibilizar Mercosur: “Hay que ver un camino que no transgreda los fundamentos del Mercosur. Yo mismo planteé eso, creo que fui el primero en hacerlo. La idea no es separar, la idea es intensificar y quizás puede haber una agilización en ese campo. Tenemos que hacer todo eso por consenso y muy bien analizado. Pero hay cosas que están caminando. Por ejemplo, hay un reciente acuerdo automotor con Uruguay similar al que hicimos con Argentina. Yo creo que hay muchas cosas parciales que pueden avanzar. Hay siete u ocho países con los que se está negociando”.
Pero si Venezuela asume la presidencia de Mercosur las posibilidades de que las negociaciones con la UE tomen mayor cuerpo y de que se escenifique un mayor vínculo con la Alianza del Pacífico serán menores. La ideología (el “socialismo del siglo XXI”) colisiona con los intereses del grupo.
“El Mercosur debe regresar a sus orígenes y ser un espacio de libre circulación de bienes y servicios y dejar definitivamente a un lado lo ideológico que no lleva a ningún lado. No es un grupo de países que se une ‘para luchar contra el imperio’ o contra la Alianza del Pacífico como cree la canciller de Venezuela Delcy Rodríguez”,sostiene el canciller de Paraguay, Eladio Loizaga.
El régimen de Maduro siempre se ha opuesto al librecomercio y a los TLC por considerarlos “neoliberales” lo cual indicaría que no va a estar muy interesado en impulsar las negociaciones con la Alianza del Pacífico y con la UE.
Como señala el diario La Nación, “en rigor, la cumbre de presidentes del Mercosur estaba prevista para mañana en Uruguay, pero al no haber una postura uniforme sobre el caso Venezuela, la cancillería uruguaya decidió armar sólo una cumbre de ministros de Relaciones Exteriores. Además, Uruguay reafirmó el jueves pasado su voluntad de traspasar la presidencia pro témpore del Mercosur a Venezuela, a pesar de la oposición de Brasil, Paraguay y la Argentina. Paraguay no aceptaba que la presidencia del bloque fuera traspasada a un Estado cuyo gobierno -alegó- “está buscando el cierre de un poder del Estado a través del Supremo Tribunal de Justicia, el cierre de la Asamblea Nacional”, el Parlamento venezolano. Brasil y la Argentina temen darle poder a Venezuela cuando el Mercosur negocia con la Unión Europea un acuerdo de libre comercio”.
Rogelio Núñez.