Orlando Avendaño
Más de quince días lleva Venezuela sumida en manifestaciones. La ciudadanía, en las calles, se ha expresado con contundencia en contra de la dictadura de Nicolás Maduro. El grito ha sido por la libertad. “¡Y va a caer, este Gobierno va a caer!”, “¡Queremos libertad”, y “¡No tenemos miedo!”, es el clamor que inunda las avenidas del país.
La represión del régimen ha sido brutal. No obstante, los ciudadanos siguen respondiendo y las calles, en donde se ejerce la ciudadanía y el civismo, se siguen llenando cada día. Al final se ha convertido en una lucha de resistencia. Los ciudadanos deciden salir a enfrentar a la dictadura, a resistir la brutal y criminal represión; están decididos a avanzar.
Las imágenes de las protestas son impactantes, ciertamente. Sin embargo, son algunos ciudadanos, valientes y decididos, los que con sus acciones se han terminado convirtiendo en símbolos de la resistencia. Son, a su vez, esperanza para el resto, morada de coraje, reserva de dignidad.
Son las postales que quedarán para la historia y son la cara de una sociedad civil que ha decidido alzar su voz y exigir libertad.
El joven que sin protección, sin ropa, indefenso y valiente es agredido por el chavismo
Sobre Hans Wuerich no se sabe mucho, pero su rostro jamás será olvidado. Este 20 de abril, en Caracas, el joven Wuerich decidió quitarse su ropa, quedar completamente desnudo y arriesgarse frente a los represores del Estado.
Sin ninguna protección, indefenso, y solo con una Biblia en la mano, se enfrentó a los Guardias. Trepó la tanqueta —o rinoceronte— y exigió a los represores detenerse. La respuesta fue violenta. Los funcionarios del Estado, mientras él más se acercaba a ellos, y más resistía, más lo golpeaban, disparaban e insultaban.
Lo reprimieron fuertemente mientras él solo gritaba: “¡Por favor, no lacen más bombas! ¡No más por varo!”. Su espalda quedó llena de perdigones, pero ahí no se detuvieron las agresiones.
En la noche del jueves 20 de abril, Nicolás Maduro, desde el canal del Estado, se burló del joven Hans Wuerich: “¡Qué cosa tan fea!”, dijo.
“Menos mal no se le cayó un jabón porque hubiese sido detestable esa foto. Horrorosa”, continuó burlándose el líder chavista mientras los presentes se reían.
A Maduro no le agradó la muestra de civismo, dignidad y valentía del joven Wuerich. Fue agredido, reprimido y hasta lo intentaron humillar; pero del otro lado, la sociedad civil lo apuntaló como un prototipo de valentía y civismo. Como una de las caras de la resistencia.
Varios personajes particulares han surgido de la rebelión en contra de Nicolás Maduro. Y, sin duda, uno de los que más llama la atención es un manifestante que ha decido protegerse de las bombas lacrimógenas utilizando una máscara con forma de oso de peluche.
El nombre del joven aún no se ha divulgado, tampoco su verdadero rostro. Lo cierto es que “el de la máscara de peluche” se ha convertido en toda una sensación en las redes sociales, por lo que automáticamente se ha convertido, también, en un símbolo de la resistencia.
Se le ve en varias imágenes respondiendo a la represión del régimen de Maduro. Y, con valentía, se acerca a los vehículos que reprimen a los manifestantes para enfrentarlos.