Nelson Castellano-Hernández
Tibisay tiene sangre en sus manos, junto a sus cuatro cómplices, convirtieron al organismo responsable y garante de la transparencia en los procesos electorales y refrendarios, en la junta electoral del partido de gobierno.
Tibisay quien lo preside, junto a Sandra Oblitas, la ecuatoriana, Socorro Hernández y Tania D’ Amelio, dos pájaras que renunciaron a su militancia psuvista un día antes de su nombramiento, son las responsables directas de que, el conflicto que sacude al país, no haya contado con la posibilidad de una salida democrática y pacífica.
Según la Constitución Venezolana, el CNE ejerce sus funciones autónomamente y con plena independencia de las demás ramas del Poder Público, solo que, en manos de la indeseable, funciona exclusivamente para beneficiar al régimen dictatorial. Ocupa el cargo desde hace 11 años y hoy en día lo ejerce de manera provisoria, su periodo fue renovado de forma inconstitucional por el TSJ, cuando tenía 18 meses de vencido y cuando era al parlamento venezolano, a quien le correspondía realizarlo.
Sus resabios son múltiples, desaparece, retarda lapsos hasta incumplir con la Constitución, impide el Referéndum Revocatorio, legitima el fraude, retarda resultados y mantiene un registro de electores plagado de irregularidades comprobadas.
Calificarla es difícil, busco sinónimos de malnacida y solo encuentro despreciable… hecho a su medida. Ha sido denunciada por el Frente Patriótico, con fotografía en apoyo, como una antigua miliciana de las tropas especiales cubanas, formada en la escuela superior del Partido Comunista de Cuba, donde también adoctrinaron a Elías Jaua y a Nicolás Maduro.
Hemos comprobado su parcialidad política a favor del régimen, siendo presidente del ente electoral, utilizó un brazalete con los símbolos del PSUV en actos que conmemoraban el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 en contra del presidente constitucional Carlos Andrés Pérez.
Es culpable del descredito del CNE, lo convirtió en símbolo del grosero ventajismo gubernamental. Ignorando ex profeso, la millonaria utilización de los recursos públicos y la participación de funcionarios en las campañas del chavismo, movimiento que defiende los intereses cubanos y que hace vida en Venezuela, permitió que se atemorizara al elector, con la ausencia del secreto del voto y fue rauda para entregar listados que, permitieran crear las tristemente célebres listas de discriminación ciudadana.
La que impidió la realización del referéndum y las elecciones regionales, violando los lapsos constitucionales, aprobó en tiempo record, las repudiadas bases comiciales del proyecto de constituyente de Maduro. En un intento desesperado por recuperar el control del país, acabar con la Asamblea Nacional y someter definitivamente a la inmensa mayoría de los venezolanos, su objetivo salvar la vida de la “moribunda” dictadura bolivariana y permanecer en el poder.
Un CNE que necesitó tres meses para entregar las planillas de recolección de firmas para el revocatorio, le bastaron seis horas para darle el visto bueno a las bases comiciales presentadas por Maduro. Otros tres meses necesitó Tibisay para revisar las firmas del revocatorio… ahora le bastaron dos semanas para validar las firmas de la Constituyente.
Pocas veces vimos cara más dura que la de Tibisay Lucena, se cree intocable y por eso le resbala la suerte del pueblo venezolano. Sobre su conciencia 62 muertos a causa de la brutal represión y 2.977 personas detenidas en 60 días de protestas, de las cuales 316 son mujeres y 196 menores de edad.
No le importa que la delincuencia imponga su ley en la calle, ni la suerte de miles de jóvenes detenidos, tampoco el hambre, la desnutrición y la falta de medicinas… Mucho menos la democracia, ni el respeto a los derechos del hombre, ni que el narcotráfico controle puertos y aeropuertos, ni que se haya destruido la producción nacional.
A riesgo de parecer insensible ella no espera ni aspira nada para el futuro del país, no puede proyectarse, porque tiene sus días contados. Esta segura que cuando todo esto pase se habrá librado de tener que rendir cuentas a la justicia;
Es una especie de Martha Goebbels venezolana (la esposa del Ministro de propaganda de Hitler), siempre tuvo como norte su ascensión social, se sentía superior a las mujeres del pueblo, se vestía con ropa lujosa a pesar de estar prohibido, simplemente porque era la única que tenía acceso al Führer, para hablar de política.
La Goebbels era la mujer más importante del Tercer Reich, tenía conciencia de que no sobreviría al régimen y antes de suicidarse y envenenar a todos sus hijos, deja como testamento la frase “el mundo que vendrá después del Führer y el nacional-socialismo, no vale la pena vivir en él”.
El absolutismo de la Lucena, hacen de ella una asesina como la alemana. Pero no de su hija, a la que deja bien acomodada, sino de todos esos jóvenes venezolanos que está asesinando la guardia y la policía bolivariana y a los que les cercena toda posibilidad de futuro.
Pero el fanatismo a la revolución le dura, hasta que toca sus beneficios, al interior del chavismo se conoce su afición por la riqueza, el lujo y las regalías. Guardaespaldas, fines de semana en los Roques, yate y cajas de champaña rosada Laurent Perrier para acompañar sus langostas, forman parte de sus caprichos.
La Lucena posee una fortuna, gracias a las partidas secretas de Miraflores, del ministerio del Interior y de la vicepresidencia, se redondeó con las comisiones de Smarmatic y uno que otro regalito que le agregaron, la prensa recogió la noticia del piano de cola que, le enviaron desde Alemania como regalo.
La revolución le permitió cubrir de mármol su casa en la Florida y comprarse otra de 1.400.000 dólares en el Country. A través de un testaferro adquirió la quinta San Miguel en la calle La Loma del Caracas Country Club. La nueva adquisición se encuentra a escasos 400 metros de su otra residencia, la que tiene poco antes de la entrada, a la calle del colegio Humboldt, cuentan que ha invertido una fortuna en la remodelación.
Tibisay la compró para que su hija viva en ella, quiere dejarla acomodada… antes de irse. Como el rancho lo lleva en la cabeza, igual que Maduro, se buscó a unos brujos para que se la ensalmaran. ¡La historia la juzgará! Pero es bueno que sepa que, así como ella no ha tenido misericordia con todas esas madres que han perdido sus hijos en manos de la represión gubernamental, que no piense que los suyos podrán disfrutar tranquilos, de las riquezas mal habidas.
La malnacida pasará al basurero de la historia, como una de las grandes criminales bolivarianas, este país al borde de una guerra civil, llegó a este estado gracias a ella. Su persona me recuerda a Judas, uno de los pocos que, según la tradición de la Iglesia, se sabe está condenado en el infierno.
De ella se podrá decir lo que dijo el Hijo del hombre cuando se iba como estaba escrito ¡ay de aquel!… ¡Más le valdría no haber nacido!