Las respuestas a la pregunta serían innúmeras, aunque las más probables pueden ser:
1) La nomenclatura cubana, horrorizada de haber promovido la peor opción para el mando supremo de su única y rentable colonia y, por tanto, empeñada en corregir su error, cómo sea y con quién sea.
2) El general, Padrino López, al frente de un sector militar confuso y difuso, pero mayoritario y decidido a escapar de la metástasis que significaría para la FAN quedarse de brazos cruzados ante la caída de Maduro.
3) El mismísimo Diosdado Cabello, jefe de un grupo minoritario pero radical del Ejército, que promueve el caos para hacer efectiva la herencia, que, tramposamente, le arrebataron Chávez y los cubanos.
En otras palabras que, Maduro sería el títere de tres titiriteros, cada uno en particular usándolo como peón para el logro de sus intereses puntuales y particulares, pero, de conjunto, trabajando para empujarlo a las fauces de unas mayorías nacionales que lo ven como el chivo expiatorio de la catástrofe desencadenada en los últimos 17 años.
Lo cual no quiere decir que, a Maduro no le queden apoyos en el gobierno, el PSUV o las FAN, pero cada vez más reducidos a una ralea menguante donde se cuentan el corruptísimo TSJ, los peores ministros del peor gabinete que ha conocido Venezuela en toda su historia y la Guardia Nacional Bolivariana, convertida en su guardia pretoriana, y desde los tiempos del tristemente célebre Reverol, y su sucesor, Benavides, preparada para dar un golpe contra Padrino López y el Ejército.
Pero sin mando real militar y político, como se demostró en la visita de ayer al CNE del psiquiatra, Jorge Rodríguez, para persuadir a las rectoras de que no leyeran el comunicado “validando el 1 por ciento de las firmas”, pero despedido de mala manera, como un chinche infeccioso y puesto en la evidencia de que, ni siquiera es un pésimo político que sabe simular.
Un digno representante que aquella secta política, la “Liga Socialista”, que, sin haber acopiado hechos para merecerlo, terminó siendo la heredera del inmenso esfuerzo que los hombres del MBR-200 y del MVR hicieron para llevar y mantener a Chávez en el poder durante 14 años.
Tres fichas de la “Liga Socialista”, Maduro, Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez son ahora los primeros beneficiarios de una revolución que no promovieron, porque no sabían que existía, y ahora, no solo se la engullen, sino que la dejan en el hueso.
¿Qué dirá el filósofo ambientalista, Julio Escalona, fundador de la “Liga Socialista”?